En 1996 Fabada Litoral comenzó a popularizar en nuestro país a su famosa abuela a través de una campaña en clave de humor con la que pretendía modernizar la imagen de la marca y acercarla al público más joven.
El motivo de la campaña era el simpático engaño a unos turistas con la primera aparición de la abuela, un personaje auténtico por cómo se comporta. Las sucesivas campañas anuales fueron cambiando algunos elementos del esquema original pero mantuvieron otros de los más significativos, como las frases “dai prisa” o “esto está de muerte”.
El éxito fue tal que la empresa cambió el escenario de sus campañas al cabo de unos años ante la copia por parte de otras compañías. Fabada Litoral trasladó a la abuela a Moscú a una convención de falsificadores.
Entre 1995 y 1999 Fabada Litoral reforzó su notoriedad, incrementando sus ventas a un ritmo del 10% anual y aumentando su cuota de mercado del 52% al 58%.